La introspección está sobrevalorada. Todos somos de alguna manera introspectivos, cada cual a su manera. Yo tengo la necesidad de canalizar y materializar ese acto. La técnica acuarela, por su fluidez, me facilita explorar laberintos psicológicos con manchas de color que mutan en el proceso y se cristalizan cuando el agua desaparece. Luego la tinta perfila sin juicio la forma final de los elementos. Los errores se convierten en hechos asumidos.

Existe un paralelismo entre la aceptación de la vida y este proceso creativo. El tiempo humano, finito, es como el agua de acuarela. Ahora te propongo un ejercicio, lee este texto cambiando la palabra pintar por vivir y la palabra agua por tiempo:

“Cuando usas el agua no debes perder la atención, llevas una idea de lo que quieres pintar, pero en el momento preciso puedes pintar nuevos caminos que eliges sobre la marcha, otros colores, otras formas. Cuando se seca el agua no hay vuelta atrás. Y la tinta repasa lo acontecido, relatando la historia que se ha pintado y aceptándola tal cual sucedió”.

Luego llega la contemplación y el compartir, momento a partir del cual la obra se reencarna en otras mentes adquiriendo infinitas dimensiones.

La exposición recoge una selección de obras realizadas entre 2014 y 2023 que se podrán visitar a lo largo del mes de septiembre en la librería TABOOK, situada en el barrio zaragozano de la Bozada en la Calle de Fernando Díaz de Mendoza 5, 50009 Zaragoza.